Decir que la marca india es una de las más antiguas de la historia de La Moto es sin duda caer, por puro efecto de gravedad, en una obviedad tan patente como que cuando luce el sol, es de día. Decir que Royal Enfield es una marca que conserva la esencia más romántica de la moto puede resultarle a otros ciertamente empalagoso, y decir que Royal Enfied es una marca emergente en Europa como la propia economía de su país originario puede ser recibido por una buena mayoría como un prospecto del marketing más socorrido.
Royal Enfield Una marca romántica y emergente se asienta en la Capital de España
Entonces, ¿qué es lo que realmente aporta Royal Enfield al universo de la moto actual?
Bien. Pues vamos a tratar de descubrilo a lo largo de este reportaje.
Vaya por delante que la marca indostánica desembarca en España, y particularmente en la Zona Centro, con un escaparate que muestra en su concesionario, ni más ni menos, que esa sugerente combinación entre una mecánica purista y conservadora, que raya en el mismo límite del anacronismo, con las tendencias que portan el estandarte de la vanguardia más actual.
El rancio abolengo junto con el sentido más recalcitrante llevando la vista atrás, precisamente, para vivir la frescura de la aventura más juvenil en la segunda década del siglo XXI.
Así se presenta Royal Enfield en el amplio y a la vez apretado panorama que ofrece el mundo de la moto hoy día. Si te animas a descubrir sus detalles y entresijos, te invitamos a continuar con la lectura, empezando por describir dos modelos de su gama, tal vez los más emblemáticos de la marca.
Royal Enfield Continental GT
Tal y como pudimos desarrollar en el reportaje que recoge nuestra prueba, parece tratase de una moto que hemos visto siempre, incluso desde pequeños, a pesar de que el modelo lleve tan sólo unos años en el mercado. Tal vez sea porque la Continental GT ha sido la moto que ha construido nuestra imaginación como modelo, como punto de referencia para todas las demás y como el concepto puro de lo que es Una Moto.
Por otro lado, al sentarse tras los semimanillares de la Continental GT, y sobre todo al pulsar el botón de arranque para escuchar la banda sonora que interpreta su escape con forma de megáfono, nos sentiremos dando una vuelta en torno al legendario Iris Café, en versión colonial.
La posición deportiva, pero relajada hasta el punto de hacer de la conducción una acción tan natural como caminar, invita al placer de fluir por una carretera de curvas, con la ligereza que ofrece todo el conjunto, deleitándonos con la dulce emoción de sentir el balanceo dela moto a un lado y al otro, impulsados por el suave petardeo con el que respira un motor de siempre.
Bullet 500
Cuanto se contempla una Bullet 500 por primera vez, probablemente se verá materializada al momento, en la mente de quien lo hace, la idea de una moto antigua. Ciertamente, este modelo se insinúa en el mercado actual como la moto ancestral, una insipiración al modo, por ejemplo, de aquella maravillosa máquina que conducía Lawrance de Arabia. Así lo apreciamos en el reportaje que contiene nuestra prueba de la Bullet 500
Pero lo que a buen seguro desconoce ese observador de la Bullet 500 es lo que descubrirá al conducirla. Se trata de un modelo que trasmite desde sus puños una insólita sensación de paz, y que se va contagiando a todas las partes de nuestro cuerpo, para recorrerlo por completo hasta calar en nuestro propio ánimo. Me decía un compañero de prensa: “Con cualquier moto me bajo tenso de ella, incluso estresado, después de haber hecho un trayecto por Madrid; en cambio, con esta Bullet 500, me he bajado siempre relajado, haga lo que haga”.
Y es que la Bullet 500 invita, como ninguna otra moto del mercado, a un placer tan sencillo y básico que al final resulta, hoy día, exclusivo para sibaritas. El paseo en moto.
Efectivamente, existe el placer eléctrico de la velocidad, que sobre una moto toma una progresión geométrica por la intensidad con la que llega hasta el motorista; y por otro lado, existe el placer de pasear caminando o también haciéndolo en bicicleta; sin embargo, al hacerlo sobre una moto, el paseo toma la dimensión del puro gozo y si es, particularmente sobre una Royal Enfield Bullet 500, alcanza el estatus del deleite.
Preparaciones
A nadie se le escapa que el hecho en sí mismo de conducir una Royal Enfield nos distingue con una impronta personal de marcado carácter. Sin embargo y a pesar de ello, la firma India vive al corriente de las tendencias que guían en cada momento las inquietudes de los motoristas, y la de la personalización, qué duda cabe de que resulta una de las más emergentes en los últimos tiempos.
Para ello, Royal Enfield ofrece escapes, tapas de colin, cúpulas, parabrisas y un sinfín de extras contenidos en su catálogo para que finalmente resulte una auténtica carambola de fantasía encontrar dos Royal Enfield iguales.
Boutique
Al pensar en una marca de la India, afloran en la mente sugerencias especiadas y apacibles imágenes bañadas por una luz dorada. Al pensar en una boutique de la India montada en Europa, surge con facilidad la estampa que dibuja una embajada del último imperio colonial asentada en el Madrid del siglo XXI.
La realidad es que al cruzar el umbral de la boutique que hace poco más de dos años que Royal Enfield inauguró en Madrid se encuentran concentradas, de alguna manera, eses sensaciones, pero hay algunas más que resultan tan patentes al cliente que traspasa la idea de una mera sensación.
Las prendas expuestas en percheros y estancias muestran un rasgo común en el rancio clasicismo que envuelve su imagen. Camisas confeccionadas hoy al estilo y con el corte de otro tiempo; camisetas con estampaciones que aluden al siglo pasado, incluso a su primera mitad, con rotulación inspirada en los setenta y nombres propios de leyenda, como el mismo la marca. Vaqueros con tela de aspecto viejo y trasegado, pero sobre todo chaquetas de piel con hechura vintage y el tacto del cuero recio que envolvía a los motoristas de antes. Forma e imagen del pasado, pero con la tecnología más actual para confeccionar su estructura y constituir su protección contra el frío, lo mismo que para diseñar sus elementos de seguridad.
Cascos de época con aerografías de fantasía y botas de explorador, lo mismo que las maletas de piel con correas que equipan a juego a las Royal Enfield para el viaje.
Diseños ancestrales, como los de las propias motos, que sin embargo inspiran el aire muy juvenil del momento, cargado de ilusión, de pasión por la moto, cuando las encuentras expuestas en un escenario tan atractivo como cercano.
Todos los modelos, con algunas de sus variantes, se encuentran expuestos, entre chaquetas, cascos y percheros que contienen toda la línea de prendas que la marca pone a disposición de sus clientes.
Así es la boutique que Royal Enfield Madrid, siguiendo la línea que la propia marca ha trazado para el futuro.
Royal Enfield Madrid
C/Agustín de Foxá, 29. 28036-Madrid
911 16 86 31