Después de describir las características más interesantes que debe de mostrar un remolque para motos para nuestro particular uso, han sido muchos los lectores que nos han mostrado su interés por este nuevo artículo que presentamos ahora, si bien es verdad que ya eran legión antes de esta publicación.
Al igual que ocurría con las descripciones del remolque y sus tipos, después de hacer miles y miles de kilómetros cargando desde las custom touring más pesadas hasta las maxitrail off road más grandes y aparatosas, vamos a exponer con detalle, basándonos en esa propia experiencia, la forma en la que una sola persona puede cargar y afianzar una moto a un remolque, para hacer el viaje sin más preocupación que conducir, con la máxima seguridad y sin necesidad de ir permanentemente pendiente del retrovisor del coche.
Tomaremos como referencia un remolque de dos plazas, equipado con rampa y con suelo, dispuesto para cargar una sola moto sobre su línea central. Así lo mostramos en todas las fotos de este reportaje, al igual que en este vídeo descriptivo, exactamente, del mismo contenido.
Después de ver este vídeo y de leer este artículo, entendemos que no será muy complicado adaptar cada una de las maniobras a otros tipos de remolque y en otras circunstancias
Preparación de la moto
Previamente, dejamos las dos cinchas delanteras, con su sistema de carraca, enlazadas al remolque por sus puntos previstos para fijarse a él; y las dejamos extendidas, a mano, sobre cada lateral del suelo del remolque.
Colocamos la moto frente a la trasera del remolque, tomando por ejemplo la KTM 790 Duke que aparece en las fotos y que ya probamos en nuestro site, y apuntándola con sus dos ruedas perfectamente alineadas con la rampa. Este detalle es muy importante para que el ascenso se realice sin necesidad de correcciones sobre la marcha y, sobre todo, evitando que la rueda trasera nos vaya frenando mientras frota el neumático contra los resaltes laterales de la rampa, tratando de trepar por ellos.
Subir la moto al remolque
Arrancar el motor, colocar primera e iniciar la marcha, acompañando a la moto por el lado izquierdo, controlando su ascenso progresivo y lo más uniforme posible a lo largo de la rampa.
Iremos pendientes sobre todo de guiar la rueda delantera, si bien es verdad que algunos modelos, por su carrocería nos impedirán verla. En ese caso, apuntaremos la mirada hacia el arco y nos guiaremos por las sensaciones que percibamos en el manillar. Si la rueda corre libre, todo correcto, evidentemente, y si sentimos que se frena, es señal de que nos estamos desviando, también evidente; en ese caso probaremos a girar mínimamente hacia un lado y el otro hasta que sintamos liberarse la marcha.
Es importante que, si nos acompaña otra persona, no empuje ni toque la moto mientras se produce el ascenso, porque nos confundirá, y percibiremos su impulso o sus presiones como reacciones de la propia moto que asciende bien alienada con la rampa.
De abajo a arriba
Es sin duda el momento más comprometido de toda la maniobra . Una vez que la rueda delantera ha ascendido, pero con la moto aún inclinada sobre el plano, colocamos la pierna izquierda sobre el remolque y nos subimos a él, sincronizando el ascenso total de la moto con nuestro movimiento.
En este momento también es importante haber calculado previamente la pendiente de la rampa con la altura mínima de la moto, para que no roce o incluso se encalle al entrar en el remolque. Por eso, en el artículo anterior, subrayábamos la importancia de una longitud mínima o la precariedad de una rampa muy corta, según el caso.
Dejar la Moto asentada
Una vez que la moto está completamente subida, terminamos de avanzar con ella hasta que su rueda delantera topa con el arco de apoyo.
Paramos el motor, dejamos la primera puesta y desplegamos el caballete lateral para inclinar la moto apoyándose sobre él, y él a su vez sobre el suelo del remolque.
Como amarrar la moto al Remolque
Nos bajamos del remolque por la izquierda y lo bordeamos por completo para colocarnos en su parte delantera derecha. Allí, tiraremos de la moto hacia nosotros, con nuestro pie derecho subido al remolque y la pierna puesta en escuadra sobre él. En esa postura, inclinaremos la moto hasta apoyarla en nuestra rodilla.
Elección de los puntos de amarre en la moto
Debemos pasar la cincha por un elemento de la moto que no esté suspendido, precisamente para cuidar sus suspensiones durante el viaje. Es muy corriente, por prestarse muy a mano, pasar la cincha por la tija inferior o por el lado del manillar. Esto comprimirá la horquilla, llevándola forzada durante todo el viaje.
Teniendo en cuenta este aspecto, bueno resulta el puente metálico sobre el que se monta el guardabarros delantero de algunos modelos. Siempre es seguro, también, el eje delantero, aunque para el caso de una moto muy pesada, deja poco ángulo de ataque a la cincha, y un brazo de la palanca más bien débil; siendo así, resulta particularmente efectivo en un solo lado, cuando la moto monta un único disco de freno. Finalmente, el anclaje de la pinza de freno, más aun el superior, si son del tipo monoblock, se ofrece en cada lateral de la moto con una mínima altura para que la cincha tire de ella con una palanca firme y estable.
Amarre del tren delantero
Un lado
Con la moto apoyada en nuestra rodilla derecha, pasaremos la cincha por el anclaje de la pinza de freno, teniendo la precaución de no pillar el cable del ABS u otro elemento que podamos cortar con la presión al tensarla. Cerraremos la cincha, ciñéndola mínimamente, haciendo girar su carraca, lo justo para que su bucle quede formado con firmeza, y la dejaremos con una extensión sobrada que nos permita, a continuación, descolgar la moto poco a poco sobre ella, quedando inclinada hacia la izquierda, pendiendo de la cincha, pero con la pata de cabra extendida como salvaguarda de una caída fortuita, provocada por cualquier fallo del sistema o cualquier error nuestro.
El otro
Rodeamos el remolque para colocarnos en su parte izquierda delantera. Allí pasaremos la cincha por la pinza correspondiente a ese lado y la ceñiremos con suficiente margen para que la moto pueda colocarse en posición vertical.
Ya con las dos cinchas ceñidas, las ajustaremos sucesivamente tirando con sus carracas, a un lado y al otro, centrando la moto sobre su vertical, para dejarla por fin firmemente afianzada al arco delantero.
Una vez lo hayamos logrado, la moto quedará clavada al remolque, por así decirlo. Si la movemos, si le damos varios tirones de comprobación por uno de sus puños, la sentiremos tan aferrada a la base por la parte delantera que nos transmitirá la sensación de resultar una prolongación del propio remolque. Tan solo percibiremos, dependiendo del modelo, la oscilación de la propia suspensión.
Amarre del tren trasero
La moto está bien sujeta al remolque; sin embargo el paso, por ejemplo, por alguno de esos vigilantes, cada vez más frecuentes, que se nos plantan en el camino para retener nuestra velocidad, por alguna banda sonora o sobre cualquier irregularidad notable del firme, puede provocar que la rueda trasera salte y quede atravesada, apoyada fuera de su alojamiento en el carril.
Bien. Pues para amarrar el tren trasero, seguiremos el mismo principio que hemos empleado para delantero. Desecharemos por tanto el amarre a los tirantes del subchasis, por muy a mano que se nos muestren, lo mismo que los que soportan las estriberas del pasajero, y pasaremos las dos cinchas directamente por cada brazo del basculante, entrando en contacto directo con el metal, teniendo la precaución de no pasarla por el guardacadenas de plástico o pillando nuevamente el cable del ABS o el latiguillo de freno. Tensaremos las cinchas y sujetaremos así, firmemente, la rueda trasera al remolque.
En el caso de un basculante monobrazo, pasaremos la cincha del lado de la moto que muestra la rueda libre por uno de sus radios, si se trata de una llanta de aluminio, o por el cruce de dos, si se trata de una llanta clásica u off road montada sobre finos radios de acero.
El Remate
Dado que en principio nos resulta indiferente la posición del caballete lateral, lo dejaremos desplegado como un seguro más, en previsión de cualquier fallo en los cuatro anclajes de la moto.
Ni que decir tiene que las cinchas se deterioran con el uso. A veces se pelan o se deshilachan, con lo que podemos detectar a tiempo ese estado precario; pero dependiendo del nylon con el que estén fabricadas o al tipo de intemperie al que hayan estado expuestas, simplemente se degrada la escasa elasticidad que necesitan y sobre todo se debilita su firmeza, sin que nos percatemos. De esta manera, manteniendo la moto anclada por cuatro puntos, permanecería en pie si se rompiese una de las cinchas, se mantendría vertical con una mínima firmeza, hasta que nos diéramos cuenta del percance (propias experiencias).
Deberemos atar la tira sobrante de cada cincha, dejándola recogida para evitar que ondee y se agite al viento, con la posibilidad de que sus continuas sacudidas nos distraigan o nos inquieten cuando conduzcamos el coche, al verlo por el retrovisor.
Precauciones al conducir con remolque
Deberemos de tener en consideración que la moto se moverá ligeramente con las inercias de la marcha y con las ondulaciones de la carretera. Será el mero trabajo de las suspensiones, por lo que debemos de apartar cualquier inquietud que sintamos, pensando que la moto viaja bien amarrada, segura, al remolque.
Dejamos para un próximo reportaje la carga de dos motos en un remolque. La cuestión es que, con una sola moto y tal y como la hemos fijado en este artículo, prácticamente nos podemos olvidar de su sujeción. Por otro lado, la estabilidad del remolque de referencia, tal y como lo hemos cargado, es impecable: nos permitirá conducir con la tranquilidad rutinaria que lo hacemos habitualmente. Si es verdad que el tamaño y peso de algunos modelos de moto que podamos transportar nos va a intimidar al principio, pero será cuestión de ir haciendo giros y curvas hasta que nos convenzamos de la firmeza con la que, igualmente, si las cinchas son robustas, de calidad y se encuentran en buen estado, va a viajar nuestra moto.
Sí debemos de poner una atención especial a esos vigilantes que hemos mencionado, principalmente para no hacer sufrir las transmisiones del coche, tirando y comprimiendo, especialmente si la moto que llevamos es particularmente pesada.
Marcha atrás
Ya conoce de sobra el lector que el remolque responde al giro del volante justo al lado contrario que lo hace el coche, por lo que tendrá que calcularlo antes de iniciar la marcha; aunque nada como mover el coche las primeras veces y ver sus reacciones a través de los retrovisores, hasta que el remolque se desvíe más de lo que pretendemos y se atraviese repentinamente, como lo hará siempre. En ese caso, nos toca avanzar hacia adelante y empezar de nuevo. Aunque para dar la vuelta, claro está, siempre contamos el definitivo recurso de desenganchar y hacerlo con los dos elementos, coche y remolque, por separado, si vemos que nos vamos a complicar demasiado.
La cuestión es que cuanto más grande sea el coche y más pequeño el remolque más difíciles, o más críticas, serán las maniobras marcha atrás, con una reacción casi instantánea a cada grado que el remolque se desalinee del coche. Una caravana muy grande tirada por un todo terreno corto, o el remolque de un tráiler, responden con mucha más precisión y con mucha más progresividad a las direcciones que marca con la cabeza tractora que el modo en el que lo hace, por ejemplo, un remolque corto, de una sola moto, movido por una larga berlina, por un gran monovolumen o por un furgón.
Por último, recordar cuando hayamos enganchado el remolque desconectar el freno de proximidad, para los coches más actuales que monten este sistema electrónico; de lo contrario, no nos dejará ni siquiera marchar al ritmo de un peatón paseando, frenando en seco cada vez que superemos esa marcha.
Bajo mi punto de vista, no es un poco delicado atarla en las pinzas de freno ?
Hola, Juan.
Muy buena pregunta. Te agradezco que nos la hagas.
Si observas al detalle, la cincha se acopla finalmente y una vez tensada en la base de la pinza, en su anclaje que va abrazado a la barra de la horquilla, más que en la propia pinza. Desde luego no pasa por los pistones y por detrás, por la tapa que da acceso a las pastillas. Si fuera así, tal vez pudiéramos plantearnos que el brazo de palanca de la cincha podría comprometer a la larga, muy a la larga, la alineación de la pinza sobre el disco. Aun así, lo veo muy improbable, incluso con una pinza de la más baja calidad. Pero dejémoslo ahí, en una mera conjetura.
Por otro lado, observa en una horquilla convencional, y no invertida, cómo la del reportaje, cómo la cincha finalmente terminaría fijándose sobre las orejetas de la botella y no sobre la propia pinza.
La fijación de la cincha a la pinza, en cualquier caso, ofrece un apoyo más firme sobre el remolque que si la fijáramos al eje, como prefieren algunos. El eje es sin duda la pieza más robusta que tendremos a mano, pero el ángulo de la tracción que ejerce la cincha se verá muy cerrado, sujetando con menos firmeza. Este recurso, en cualquier caso, es bien válido para motos de poco peso (sobre los 100 kg), como las de cross, o más aun como las de trial; pero a la hora de sujetar una custom pesada o una gran touring, el amarre quedaría en precario.
Gracias de nuevo.
Un saludo.
Gracias…,me has animado ha hacerlo y me ha quedado todo claro. Es cierto que he visto motos «amarradas» muy «aplastadas» de suspensión…,lo cual me has sacado de dudas de que no es el modo más correcto…
Buen detalle lo de la cinta antideslizante…
Tus artículos como sirmpre geniales…
Muchas gracias, Enrique.
Espero que a partir de ahora viajes conduciendo el coche con más tranquilidad mientras tu moto va atrás, bien fijada al remolque.
Un saludo.
Tomás, después de muchos kilómetros con la niña en el carro, coincido en todas las posiciones de amarre contigo. Solo práctico una diferencia, según experiencias de otros «camaradas». Punto muerto?, o primera? Una vez que la moto está atada, más que atada, aferrada al carro…..por que la primera?. Los ligeros movimientos continuos, no podrían dañar ligeramente las coronas del cambio?
Gracias por el artículo.
Hola, Asier.
Se trata de un seguro más, de una inmovilización más, pensando siempre en la posible rotura de una cincha, que algunas veces guardan una apariencia perfecta, sólida, mientras que realmente su material está degradado.
Si la moto se mueve adelante y atrás, si las ruedas se mueven adelante y atrás, siquiera un milímetro, la moto no está bien fijada. Y en cualquier caso, el movimiento de las ruedas tendría que ser desmesurado para que llegara a tensar la cadena y tirar de cualquier engranaje. Ten en cuenta que el margen de movimiento de la cadena, arriba y abajo, es de 2 a 3 cm, con lo que las ruedas tendrían que desplazarse una distancia semejante, aunque no sea exactamente la misma.
Si la moto transportada montara cardan, también tiene su margen de movimiento, en conjunción con el cambio y con la transmisión primaria.
En definitiva, si la moto se mueve hasta el punto de tirar del cambio con la primera puesta, es que va fijada de una forma francamente precaria.
Un saludo.
Discrepo de poner la primera cincha en el lado derecho de la moto teniendo que inclinar la moto hacie ese lado. Yo pongo siempre primero la del lado izquierdo (lado de la pata de cabra) y la dejo bastante floja, al estar la moto apoyada en la pata de cabra núnca se puede caer, despues al poner la del lado derecho e ir tensando tampoco hay ninguna posibilidad de que caiga la moto porque ya está la cincha del lado izquierdo para sujetar. Es que mi moto pesa más de 300Kg. Saludos
Bueno, Alberto.
Es otra forma de hacerlo, y muy válida, desde luego.
He optado por la que describo, pensando de una manera muy general y sobre todo en alguien que sube una moto a un remolque por primera vez o en sus primeras veces. Para ellos les resultará bastante difícil calcular cuánto margen de cincha, cuánta holgura deben de dejar en la del lado izquierdo. También está descrito de una forma muy general, pensando en distintos tipos de cinchas y en la longitud que pueden ofrecer algunas de ellas, según su procedencia.
Por otro lado, he querido evitar el riesgo de dejar colgando la moto (más aun si está por encima de los 300 kilos) de una cincha. Y digo esto porque como he resuelto en alguna respuesta publicada al pie de este artículo, porque no podemos fiarnos eternamente de ellas, ya en ocasiones se rompen, sin más, cuando presentan una buena apariencia.
Por otra parte, también, para estar más seguros, podríamos pasar dos cinchas con suficiente holgura por el lado izquierdo de la moto, una delante y otra detrás, por ejemplo; y, de la misma forma que describes, descolgar la moto hacia su lado derecho. Así tendríamos un amarre más de seguridad, pero bien es verdad que resultaría bastante complicado, empleando un tiempo que a veces es muy preciado. Y es que nos podemos ver cargando la moto en las circunstancias más diversas: De noche y casi a oscuras, con mucho viento, bajo la lluvia, con mucho frío, al sol con todo el calor o con el coche parado, bloqueando el paso de alguna calle. En definitiva, circunstancias que nos exigen emplear el menor tiempo posible en la operación.
El procedimiento mostrado tanto en el artículo como en el vídeo, ha sido probado y comprobado también a la hora de cargar motos como una Triumph Rokect III, una Yamaha V-Max o una Victory Vision. Todas ellas han viajado, y otras más, además durante bastantes kilómetros en el remolque que ves en las imágenes.
Muchas gracias por dejar tu comentario.