Como bien conoce el lector, la alimentación en el motor de una moto llega por la toma de admisión, después de haber hecho, bien en el carburador o bien en el sistema de inyección, la mezcla entre el aire y la gasolina.
¿De qué está hecho el filtro de aire?
En cuanto al material con el que se construye el filtro, suele ser en la mayoría de los casos a base de una espuma sintética, siendo minoría los que recurren al papel grueso o al cartón fino tratado, formando pliegues semejantes a los de acordeón.
El flujo del aire se lleva en las motos más grandes, y particularmente en las deportivas, a través de una gran caja de plástico (air box), que contiene en su interior el filtro de aire. En el caso de emplear la carburación como sistema de mezcla para un motor pequeño, normalmente de un solo cilindro, el filtro de aire va unido directamente al carburador por su propia entrada del aire.
El Ram Air
Bien. Como mero apunte para la curiosidad del lector que no lo conozca, señalaremos que en los modelos de carácter más deportivo, se coloca la admisión en posición vertical sobre el motor, quedando el air box debajo del depósito, o del falso depósito de gasolina. Además de ello, se crean unas canalizaciones, que van desde dos ranuras o ventanas abiertas en el frontal del carenado hasta la propia entrada del Air box.
Este sistema, conocido como Ram Air, tiene una utilidad única dentro del circuito, forzando a base de una presión añadida la entrada del aire, cuando la moto se desplaza a altísima velocidad, generalmente por encima de los 250 kilómetros por hora, proporcionando un extra de potencia (en torno a un 5%).
¿Para qué sirve el filtro de aire?
Es el elemento que tamiza las partículas que pueden perjudicar o dañar las interioridades del motor, generalmente el polvo mineral, arañando de forma microscópica sus metales, con lo que provocaría un desgaste prematuro de sus piezas en fricción, particularmente el pistón y el recubrimiento del cilindro, o de los cilindros.
En las motos off road, el filtro de aire cumple una misión más vital aun protegiendo el motor. Para ellas se montan filtros de espuma, lavables por decenas de veces, a los que se impregna de un producto viscoso que atrapa las partículas de polvo, quedando pegadas en él.
En cuanto a las motos con un tránsito eminentemente urbano, la función del filtro de aire es impedir la entrada en el motor del hollín que forma la contaminación de las ciudades en su atmósfera.
En las motos de competición, o en las motos preparadas para circuitos de velocidad, se suele prescindir del filtro de aire, al objeto de contar con el máximo flujo que permita la sección de la admisión. En su lugar, se suele montar una rejilla metálica, para impedir la entrada de algún guijarro, en el caso de que el piloto se salga de la pista y termine pisando el lecho de grava con el que suele pavimentarse sus márgenes.
Efectos del filtro de aire sucio
Prácticamente, el primero que vamos a apreciar es una subida casi repentina del consumo, debido a que la mezcla se enriquece en exceso de una cantidad de gasolina que, realmente, el motor no quema al completo, sino que tira en una parte apreciable por el escape.
El otro síntoma es una bajada del rendimiento del motor. Lo percibiremos particularmente al atacar una subida, sobre todo si viajamos acompañados, o al abrir todo el gas en un adelantamiento, o en un carril de aceleración, cuando el tráfico nos lo exija.
Por último, también nos llegará al olfato un olor a gasolina cruda, sin quemar, particularmente intenso al arrancar en el garaje, o al esperar con el motor al ralentí la puesta en verde de un semáforo.
Cambiar el filtro
Como hemos comentado, en el caso de los filtros para motos off road, como cualquiera de estas dos enduro, se pueden limpiar con determinados productos, hasta dejarlos impolutos. Si bien es verdad que esta operación de mantenimiento es constante en una moto de este tipo, teniendo que realizarla prácticamente después de cada salida.
En motos de tránsito urbano, el mantenimiento es más espaciado, lógicamente; aunque también es cierto que se debe de revisar el estado del filtro con más frecuencia de la que pueda parecer en un principio, ya que la forma de tupirse con la suciedad de las calles es tan progresiva que no nos damos cuenta, y puede darse el caso con relativa facilidad de que el motor esté funcionando con una combustión imperfecta, empezando a consumir por encima de sus registros habituales.
En este caso, es más fácil, o resulta más temprano, percatarse de la suciedad del filtro con una moto de carburación, puesto que su reglaje para la mezcla siempre es idéntico, y mostrará la anomalía más pronto que otra con inyección electrónica, sistema más moderno, desde luego, pero que adapta de forma relativa la mezcla aire-gasolina a las circunstancias.
Por último, en una moto que solo transita por la carretera, podemos relajarnos más que en los otros casos, respecto a la revisión del filtro de aire. Podremos preocuparnos sólo de él en las tablas periódicas de mantenimiento que nos marca el fabricante de nuestra moto.