Las motos desnudas representan hoy día, tal vez, el lado más fresco y vivaz de las dos ruedas, una cualidad que no ha tardado en reflejarse sobre las cifras del mercado, resultando las predilectas entre la mayoría de los más jóvenes, ya sea de espíritu como de cualquier carné.
Por todo ello, vamos a analizar lo que nos encontraremos tras la compra de una naked, y en particular, las sensaciones que nos guarda en orden de marcha a través de su particular conducción.
Una naked te lanza la vida a bocajarro
En uno de nuestros primeros artículos, hacíamos referencia a la pasión que mantiene atrapados de por vida a tantos y tantos motoristas, y la fundamentábamos, principalmente, en dos fenómenos: el equilibrio dinámico y la fuerza inaudita con la que sentimos el impacto de cada entorno detrás del manillar, una fuerza tan intensa que nos llevaba a escribir esa frase tan rotunda que ya publicamos: “La moto nos lanza la vida a bocajarro.”
Ni que decir tiene que, dentro del amplio abanico que ofrece el mercado de las dos ruedas, el segmento naked se aposta en los escaparates como uno de los preferentes en este sentido, si bien es verdad que no es el único. La posición expuesta al viento que ofrece la conducción de una moto desnuda representa una invitación a surcar la atmósfera a pecho descubierto, a dejar que el ambiente de cada escenario que crucemos nos traspase el cuerpo para sentirlo en cada uno de nuestros capilares.
Por otra parte, el desnudo de una moto siempre ha guardado un particular atractivo para el motorista; de hecho, a buen seguro que en más de una ocasión nos hemos sorprendido a nosotros mismos embelesados delante de una moto con la carrocería, e incluso el depósito desmontados en el taller, manteniendo la mirada atrapada, sin saber muy bien por qué, de la misma forma en que la dejamos fija sobre la llama titilante de una chimenea.
Tanto es así que tras una sucesión de caídas, muchos propietarios de dobles erre y sport-touring comenzaron en otro tiempo a resignarse, despojando a sus motos de plásticos y fibras, y acoplando un manillar plano para convertirlas en lo que poco a poco definiría nuevo estilo: las Street Figther.
Así pues, con estos dos incontenibles atractivos por delante, ¡quién puede resistirse al encanto de una naked!
Bien. Pasemos a ver entonces cuáles son las características que distinguen la conducción de una naked, así como los detalles de su uso cotidiano que debemos de tener presentes. Y para ello, hemos elegido como referencia un modelo de la categoría media como pueda ser, por ejemplo, la KTM 790 Duke, si bien su tamaño le puede situar en un escalón más abajo, si bien, también, sus prestaciones, el espacio para sus dos plazas y su variedad electrónica la sitúan bastante más arriba. De esta forma todo queda compensado y nuestra referencia, por tanto, se sitúa sobre la línea media, peldaño arriba, peldaño abajo.
Una deportividad juvenil
Las nakeds de hoy han tomado buena parte del relevo entregado por las deportivas, con lo que representaban para el motorista en una época no muy lejana. La práctica criminalización de hace unos años y el punto al que han llegado a extremar su concepto hoy día, relegando su uso casi por completo al circuito, han situado a las RR en un apartado que deja sin satisfacer a muchos usuarios de aquellas deportivas anteriores a este siglo.
Las nakeds de ahora cubren esa necesidad del uso diario compaginado con la escapada dominical, pudiendo incluso disfrutar al máximo de unas tandas libres en un nivel aficionado, pilotando una de las nuevas super naked, auténticos pepinos de manillar plano, con más de 150 CV y unas prestaciones de auténtico vértigo. No en vano, algunos de estos portentosos modelos han aparecido en el mercado como una versión sin carrocería de la deportiva a la que montado un único manillar recto, unos centímetros por encima de sus clásicos semimanillares.
Por tanto la predisposición deportiva de un gran grupo de nakeds resulta más que manifiesta, primero con una plaza del asiento que permite situar nuestras posaderas notablemente atrás, con unas estriberas que elevan y retrasan los pies justo un punto por debajo de las deportivas, pero por encima del resto de las motos del mercado. Además, el manillar anclado adelante y muy abajo, facilita la predisposición del cuerpo, así como gran parte de los movimientos que comprende la conducción deportiva.
También en el circuito con una naked
Nos hemos trasladado hasta la pista de FK-1 para recoger sobre el propio terreno las sensaciones que nos transmite el pilotaje de una naked, llevándola mucho más allá de lo que un talante racional nos permite en la carretera. Y observamos que bascular el tronco hacia el interior de la curva y abrir la pierna del mismo lado resultan gestos de lo más naturales sobre una naked, de hecho tienes la sensación de que se hace prácticamente igual de fácil rozar la deslizadera del mono en una pista que sobre una deportiva, de manera que terminas plegando la pierna en todas las curvas para no quedarte sin teflón al cabo de un par de tandas.
Tan solo apreciamos una clara diferencia a la hora de apuntar con el codo al suelo o al tratar de bajar la cabeza en busca de esa línea imaginaria que traza la altura del faro, tal y como se puede hacer sobre una RR pilotada a fuego sobre una pista. A pesar de ello, esos movimientos de masas consiguen un resultado igualmente efectivo sobre una naked a la hora de ejecutar tanto los cambios de dirección, como de hacer el paso por cada curva.
La protección de 2 sobre 10 que ofrece una Naked
En el mismo artículo que hablábamos de los dos fenómenos que engendran esa arrebatada pasión del motorista, también hablábamos del lado oscuro de cada uno de ellos. Para el que nos ocupa ahora, nos referíamos a su clara exposición frente a los elementos.
Sería totalmente de Perogrullo afirmar que con una naked, viajas completamente desprotegido frente al viento, al frío, a la lluvia… Sin embargo, tampoco debemos extremar totalmente este aspecto porque en el mundo de la moto existen otras familias en las, que tal y como se entrega el modelo de serie, el motorista queda notablemente más expuesto. Tal es el caso, por ejemplo, de las motos custom, concretamente de las diseñadas para una conducción cruiser. Tomémoslas por tanto como referencia para valorar la protección ciertamente escasa, sí, que ofrece una naked, pero sin que tampoco represente el cero absoluto; sino más bien un 1 o un 2 sobre diez, dependiendo del modelo.
Los brazos en una naked
En una custom, las manos se cogen a un manillar curvo, llamativamente amplio y también elevado, que no sólo nos deja los brazos despegados, sino bastante apartados del cuerpo y completamente expuestos por tanto a todos los elementos que nos alcanzan por el frente. En el caso de una naked, las manos se agarran a un manillar plano, como hemos descrito, sustancialmente más corto, y colocado, además, mucho más abajo. Con la postura que dibujan, los brazos quedan replegados de una forma que puede llegar a ser completamente solidaria con el tronco, para formar incluso un mismo cuerpo y conseguir un apreciable refugio cuando el frío y la lluvia arrecien.
En una cruiser, el trasero queda aposentado más bien hacia delante, con respecto a la línea media de la moto, con lo que el tronco queda sobre la propia vertical o inclinado hacia atrás, pero, en cualquier caso, completamente expuesto a la meteorología que nos alcance por el frente.
Cómo queda el tronco conduciendo una naked
En la naked, en cambio, el trasero queda por detrás de esa línea media que divide la moto, más atrás cuanto más deportivo sea el modelo; por lo que el cuerpo queda inclinado hacia adelante con un ángulo determinado, que será menor, a buen seguro, si sentimos los rigores del frío y del viento, para lo que buscaremos acoplarnos lo máximo posible a la moto.
De esa manera, el impacto de las inclemencias quedará notablemente atenuado, si lo comparamos directamente con el de una cruiser, incluyendo incluso partes tan vulnerables de nuestra anatomía, como lo es por ejemplo la garganta; más incluso, si tenemos presente que la mayoría casi absoluta de las nakeds actuales muestran una llamativa elevación del perfil superior del depósito, a veces con forma de joroba, como en el caso de la KTM 790 Duke, que hace una interesante aportación en el apartado de esa mínima protección.
¿Encuentran las piernas alguna protección en una naked?
En la parte más baja, una custom también deja completamente expuestas nuestras extremidades inferiores, incluso en su cara interior. Los pies colocados muy adelante, en la postura cruiser, y las piernas alargadas sobre las concavidades irregulares que muestran las custom bajo la voluptuosidad de su depósito, nos dejan completamente desprotegidos de cintura para abajo, incluso las plantas de los pies reciben todo el impacto del viento.
En cambio, si nos trasladamos a una naked, observaremos que las estriberas nos retrasan los pies y repliegan, en consecuencia, nuestras piernas, ofreciendo una silueta frente al viento que solo expone una parte de ellas, mientras que el resto de su superficie –muslos, espinillas y empeines del pie- impacta contra el viento de una forma oblicua y nunca frontal, excepción hecha de las rodillas. Por otro lado, los depósitos de las nakeds actuales llevan grabada por cada lado la línea de nuestra pierna con unas profundas concavidades, que muestran la forma de unas alas arriba, para solapar casi toda la cara superior de los muslos.
Además de ello, algunas nakeds, particularmente las más grandes, abren una pequeña estructura envolvente, con sus aletas incluidas, para canalizar el aire hacia el radiador, al mismo tiempo que cubren sus laterales. Aparte de esta función refrigerante, este amago de carrocería puede llegar a cubrir nuestras rodillas, particularmente las nakeds con los motores de mayor cilindrada, dejando únicamente expuesta la franja correspondiente a las espinillas, matizando que lo hace de forma oblicua y solo en su parte superior.
La naked, una moto para el día a día
Son motos muy estrechas por lo general, e igualmente muy ligeras, si se compara con todos los tipos de modelos existentes; unas cualidades que las presentan como una de las opciones más manejables para el uso urbano. Su posición de conducción, si bien y por lo general tiene un marcado carácter deportivo, como hemos descrito, ofrece también una colocación de dominio sobre la moto, que nos facilita llevarla bien controlada en diferentes situaciones; por ejemplo, atravesando la espesura de un tráfico atestado en la hora punta.
Es de señalar, por otro lado, que debido a la amplia hechura de su bastidor para darles la rigidez y el aplomo necesario, algunas nakeds recortan su capacidad para girar el manillar a una marcha muy lenta, e incluso en parado, para dar media vuelta en una calle vecinal o para sortear los coches atrapados en un atasco.
Aparcar una naked
A la hora de dejar nuestra naked en el garaje, en un aparcamiento o sobre una acera, es muy poco frecuente encontrar un modelo equipado con caballete central, por lo que deberemos de calcular el espacio extra necesario, por mínimo que éste resulte, para aparcar la moto inclinada.
En cuanto a la estabilidad, una vez estacionada, la mayoría de los caballetes laterales actuales ofrecen un apoyo francamente estable, siempre que hablemos de un suelto firme, más o menos regular y más o menos inclinado.
Únicamente, deberemos tener la precaución de dejarla con una marcha engranada, más aun si la moto apunta a la bajada, ya que podría plegar el caballete lateral, si iniciase la marcha por la fuerza de la gravedad.
Así es una naked
Las nakeds, una de las formas más puristas de entender la moto, recibiendo de la forma más intensa todas las sensaciones que provoca cada entorno. Las nakeds, representantes mayoritarias del espíritu deportivo en la carretera. Las nakeds, rabiosamente juveniles, se muestran lo mismo como moto ideal para iniciarse por su estrechez, ligereza y facilidad de conducción, que para ese día a día urbano que nos lleva y nos trae desde nuestra hasta el puesto de trabajo.
Recuerda que aunque hoy hemos hablado de las Naked, la moto que sale en todas las fotos es una KTM si buscas o quieres saber más sobre esta marca, estos son algunos de los artículos que hemos escrito:
KTM DUKE 790 ( La de las fotos )