Diversión con mayúsculas es sin duda el sustantivo titular para un modelo que pone la esencia de la conducción deportiva al alcance de las manos más principiantes.
Permita el lector que quien firma, su humilde servidor, tome protagonismo en las primeras líneas de este reportaje para asegurar categóricamente que no es necesario tener 18 años, ni tampoco 200 caballos en el puño, para divertirse al máximo con una moto, desatando el espíritu más quemado que pueda uno llevar dentro. Para ello, nos vendrá muy bien calzar unas botas como las que puedes encontrar en este artículo.
Se da la circunstancia de que en el pasado reciente, tuve ocasión de poseer y competir con una RC8 Track. Bien, pues a fe que esta 390 saca a relucir gran parte de la esencia que guardaba en su interior aquel pepino bestial. Una moto brutal, aquella RC8, que requería para pilotarla de una mano firme y fina a la vez.
El asunto es que la RC390 que nos ocupa ahora puede llevar a un sexagenario como quien escribe, con tan sólo 44 CV, a pasárselo como un enano en circuitos ratoneros, como por ejemplo los homologados para el nacional de supermotard. FK1, trazado que habitualmente sirve de escenario a nuestras pruebas, y siempre a nuestros cursos de conducción, puede ser un modelo ideal de ellos.
La posición de la KTM RC 390
Su aspecto y sus líneas generales ya nos anticipan cómo nos vamos a sentir cuando nos subamos a esta deportiva, que se presenta como un juguete, sí, pero como un juguete que no debemos tomar a broma, ni mucho menos.
Efectivamente, una deportiva de aspecto radical que sin embargo, a la hora de acoplarnos con su fuselaje, encontraremos algunos matices bastante diferentes. Veamos:
Al sentarnos, colocamos el trasero a 824 mm del suelo. Esta elevación que nos inclina el cuerpo sobre unos manillares, deportivos, sí, que arrancan bajo la tija superior, pero que, con ese punto de partida, surgen hasta quedar en el mismo plano de la propia tija.
Además, los puños deportivos abren su ángulo exageradamente, tal y como hacen las Super Bikes y las MotoGP, transmitiendo al final con la sensación de ir agarrados a un manillar plano situado muy abajo.
De esta forma, ni el tronco ni la cabeza quedan en una posición tan radical, como nos haría intuir la planta Racing que presenta esta RC390.
Las estriberas, finalmente, acompañan a esta postura, a caballo entre la sport touring y la propia de las carreras. Así los pies nos quedan arriba y atrás, pero en un punto moderado que hará muy llevadera la conducción de esta pequeña super sport fuera de los circuitos, entre calles y rotondas, por ejemplo.
Cómo hace las curvas la RC390
La colocación en la que nos sitúa el cuerpo incita al giro, a tirarte con todo a por cada curva que se nos ponga delante. En el momento en el que miramos al vértice del viraje, esta KTM dibuja la trayectoria hacia él sin que nos demos cuenta.
Y su facilidad para virar y ejecutar los cambios de dirección que le propongamos es tal que parece actuar con voluntad propia.
A continuación, en el paso por curva nos transmite un aplomo tan firme que casi resulta impropio de una moto tan ligera (155 kg) y estrecha, y además con unas medidas de los neumáticos que son ni más ni menos que las propias de su cilindrada; es decir: 110 mm delante y 150 detrás.
Suspensiones
La horquilla invertida, firmada por WP APEX, ofrece el comportamiento más digno de una deportiva para noveles; y al mismo tiempo guarda un compromiso con un mínimo confort, que hará más que llevadera la conducción tanto por la ciudad como por carreteras de firme algo irregular, contando con la solidez que le da sus generosas barras de 41 mm.
Las palomillas, blanca y roja, que aparecen arriba, en el extremo de las botellas, se muestran como un detalle de gran deportiva para regular los tres parámetros de puesta a punto.
El amortiguador, también un WP APEX, ofrece un comportamiento impecable, independientemente de que vaya anclado de forma directa sobre el basculante.
El motor de la RC 390
Resulta un auténtico prodigio de suavidad, tratándose de un monocilíndrico con cuatro válvulas, que trabaja a una compresión de nada menos que 12,9:1.
Su ralentí, discreto como una máquina de coser, nos hace pensar en una moto de modestas pretensiones; sin embargo, en cuanto engranamos la primera y soltamos el embrague, el pistón de Mattighofen desarrolla abajo un empuje lleno (37 Nm a 7.250 rpm), que ya no ceja hasta el corte, allá por las 9.500 rpm, donde rinde esos 44 CV tan efectivos que llevan a pensar en alguno más.
El sonido, por su parte, se transforma de manera radical en cuanto la moto toma impulso, emergiendo una voz grave desde la admisión, que cambia el tono con el empuje extra que sientes en el trasero al sobrepasar la barrera de las 5.000 rpm.
En cualquier caso, la entrega de este propulsor no va a sorprender a ningún principiante mientras acelera la RC 390 a lo largo de toda su escala, sino que va a facilitar su conducción, con una progresión que asimilará en cuanto haga de cero a cien cuatro la quinta vez.
Cambio y Embrague
En cuanto al embrague, accionado por cable, se siente como mantequilla bajo los dedos, con una precisión milimétrica, tanto al apretar la maneta como al soltarla.
Con el cambio ocurre lo mismo al tacto del pie, pero con un recorrido corto y exacto para engranar cada marcha. Encontrar el punto muerto resulta una tarea tan simple como un gesto.
La Frenada
El disco, simplemente descomunal, de 320 mm sirve de base a un conjunto que se completa con una pinza BYBre de anclaje radial y cuatro pistones. El resultado es una frenada rotunda. Una frenada que para la moto en un suspiro, a la vez que nos ofrece una retención al gusto y al milímetro para ajustarla a cada situación.
El freno trasero cumple, como corresponde a una deportiva, con su función de mantener el conjunto lo más horizontal posible durante la retención, gracias a un disco de 230 mm.
En la autopista con la RC 390
Su ergonomía, su carrocería y particularmente su posición de conducción hacen de esta Súper bike para incipientes motoristas una moto muy llevadera en este medio tan antipático como siempre resulta para cualquiera. Nos podemos acoplar con suma naturalidad al fuselaje de esta KTM para pasar con algo más que dignidad el trámite de la autopista que nos va a llevar hasta nuestra carretera favorita.
Y aunque llevemos la cabeza por el encima de la cúpula, el flujo del viento entrará entre ella y el casco para que podamos acostar el tronco sobre él, resultando al final que el viento no sólo no será un elemento que fuerce nuestro físico, cuello, hombros y demás, sino que servirá, precisamente, para hacernos más cómodo ese trayecto a lo largo de la autovía.
Además, el motor hace un aporte siempre interesante en este medio, como es mantener los 120 del límite a un régimen tan relajado que resulta poco más que al ralentí.
El pasajero
A pesar del fin para el que está concebida y a pesar, también, de la considerable diferencia de altura con el conductor, el pasajero de la RC 390 podrá cubrir trayectos urbanos con cierta dignidad, mucha más, en cualquier caso, de la idea que nos pueda crear esa imagen de esta SSP300 antes de subirnos a ella junto a nuestro acompañante.
Además, levantando su asiento encontraremos un hueco muy práctico, guardado bajo llave, que constituye un auténtico lujo en un modelo de estas características, y podríamos decir que en cualquier moto de hoy día.
Electrónica de la KTM RC 390
Los ingenieros austriacos han retocado con verdadero acierto la entrega de esta versión 2022, ofreciendo una potencia que se mantiene con respecto a la anterior y un par motor que crece, incluso manteniéndose dentro la norma Euro5.
Además, esta RC 390, cuenta con ABS en curva, con control de tracción que gradúa su intervención con el grado de inclinación. El ABS convencional, por su parte, ofrece un modo “Supermoto”, que libera su intervención sobre el tren trasero.
Finalmente, la nueva pantalla TFT a color sirve de colofón al apartado electrónico de esta soberbia sport, que también cuenta con la conectividad MyRide de KTM para tu móvil.
Complementos
Ofrece más de los que pueda pensarse en una moto de este segmento. Vamos a repasarlos, porque merece la pena a la hora de valorar el precio con el que KTM ha puesto este modelo en el mercado.
Los retrovisores
Se abren por los laterales lo suficiente para ofrecernos un buen panorama de nuestra retaguardia, sin que, gracias a su diseño, sobresalgan demasiado a la hora de pasar entre los coches atrapados por un atasco.
El Remate
Merece la pena una mención aparte para reparar en algunos detalles de calidad, como el tejido antideslizante que tapiza ambos asientos, el dorado que da color a la corona, los bujes y las tapas del líquido de frenos. Por otro lado la solidez de los plásticos que se ensamblan para formar su carrocería, o el propio depósito, con sus 13,7 litros de capacidad. Lo mismo que el pespunte de las soldaduras sobre el nuevo chasis multitubular, o el basculante nervado, tan característico de KTM.
Iluminación
En esta 2022, la marca austriaca ha empleado la tecnología led para todo, con un conjunto trasero que llama la atención por su minimalismo y por la luminosidad que proyecta tanto el rojo para advertir de nuestra posición como el ámbar para nuestros cambios de dirección.
Otro verdadero lujo en un modelo tan deportivo, dirigido a principiantes, aunque finalmente esta RC 390 tampoco resulta privativo para los más veteranos o para sexagenarios, como anticipamos al comienzo.
Mejorable en la RC 390
Nos ha costado encontrar algún detalle en este sentido. Finalmente hemos visto la pestaña que despliega la pata de cabra se localiza de forma oculta y algo incómoda, justo debajo de la estribera, que tendríamos que elevar para engancharla con el tacón.
Precio
La KTM RC 390 se pone a la venta por 6.749 euros.
Opinión sobre la KTM RC 390
Un modelo ideal, como no podía ser de otro modo, para todo aquel que vaya a iniciarse no sólo en la conducción deportiva, sino en el mundo de la moto en general. Su facilidad de conducción en cualquier circunstancia así lo proponen.
Un modelo, por otro lado, que puede crearnos unas fuertes sensaciones, por encima de su categoría, de su cilindrada y de su precio, al mismo tiempo que nos puede llevar cada día con naturalidad hasta nuestro trabajo, sin que tengamos que pasar cada mes, o cada semana, por la mesa de nuestro fisio.
¿Cómo va la KTM RC 390 en ciudad?
Se desenvuelve fenomenal gracias a su estrechez y agilidad, y su postura se hace más llevadera de lo que pueda parecer al moverse entre esquinas y semáforos.
¿Qué velocidad máxima alcanza la KTM RC 390?
Por esta vez, no llevamos la RC 390 al circuito, pero calculando el desarrollo y el máximo de revoluciones del motor, alcanza los 178 km/h.